Si has llegado a este post es porque quieres tener un detalle con alguien querido y estás buscando un regalo original. Te gustaría que fuese algo personalizado, elegido con mucho cariño, que tenga significado. Para una ocasión especial. Incluso que se pueda hacer con tus fotos.
Pues tengo una propuesta para ti: un dibujo hecho a mano, con tinta china, en el que los cuatro retratos que tú elijas aparezcan colocados como en las fotos de los fotomatones antiguos.
¿Suena bien? Quédate y te cuento cómo decidí hacer estos retratos únicos a los que hemos llamado ‘Tiras de fotomatón’.
Regalar es un arte
Festejar siempre es un placer, más si se trata de un hito importante. Ya sea un año más sobre la Tierra, que una amiga haya decidido por fin dejar ese trabajo, la llegada de un nuevo miembro a la familia, que tus padres celebren un aniversario redondo o que nuestro mentor se jubila.
Sin embargo, encontrar un obsequio a la altura del evento no siempre es sencillo: hay que pensar en cuánto tiempo queda, barajar varias ideas, ojear en nuestras tiendas favoritas…
Muchas veces no es fácil dar en el clavo. Hay cumpleaños a los que nos ha costado llegar más que otros y por mucho que sepamos que nuestra tía necesita un rallador de queso nuevo, lo que nos gustaría es encontrar algo que simbolice los momentos importantes que hemos compartido en los últimos meses.
Regalar abarca tantas facetas que, de hecho, mis primeros proyectos creativos están asociados al proceso de elegir el regalo perfecto.
Por eso, al diseñar una obra de arte para muchos bolsillos, supe que tendría alma de regalo. En el germen de las tiras de fotomatón está el ser un detalle con el que decirle a un ser querido cuánto le queremos.
Pero hay más factores que hacen de esta obra de arte un regalo único. Ahí van:
El lujo es una actitud
Tal cual. Incluso hay un capítulo entero y ejercicios en torno a esta idea en el libro ‘El camino del artista’ de Julia Cameron, el manual para trabajar la creatividad y desbloquear artistas que hace cinco años iba por su décima edición.
Personalmente experimenté esta declaración hace mucho. Resumiendo: me fui de España en la resaca de la crisis de 2008 y como expatriada hacía mis malabares para pagar el alquiler, comprar Würstchen y Tomaten y visitar España con regularidad.
En ese contexto, aprendí que una pequeña inversión en algo bello aporta mucho al bienestar personal. En mi caso, el lujo era tener siempre velas perfumadas y retratarme de vez en cuando en un fotomatón.
Hay en varias ciudades de Alemania una serie de fotomatones antiguos restaurados que por un par de euros te retratan varias veces en blanco y negro.
Hacer la cola, acordar qué pasará en esas cuatro fotos, esperar a que se revelen, admirar el granulado del papel… era un pasatiempo y a la vez una declaración. Una forma de expresar “estoy aquí”, “quiero a mi amiga María”, “estoy harta de esta situación”. Lo que fuera. Y así, la pura experiencia de tomar las fotos creaba un recuerdo.
Un stop motion personalizado
En ese proceso, había tanta emoción en proponer ideas para las cuatro poses (“ve entrando en escena”, “improvisamos”, “me das un beso”) como en descubrir el resultado. Con cuatro fotogramas se pueden contar infinidad de cosas: sacando un cartel a lo ‘Love Actually’, moviéndote por el encuadre, interaccionando con otra persona, escenificando un brevísimo acto.
No podía faltar esa parte de la experiencia al encargar la tira de fotomatón. Queríamos invitar a los clientes no solo a llevarse una pieza de arte original, sino a cocrearla.
El espacio entre dos trazos
El otro ingrediente que forma parte de este regalo personalizado con fotos es, evidentemente, el dibujo. Puesto que las velas hechas a mano con amor ya existían cuando me planteaba qué ofrecerle a este mundo, me decanté por el dibujo. Haberle dedicado a esta disciplina media vida y una carrera tuvo también algo que ver 😉
Pero, bromas a parte, sobre todo fue algo que he vivido con frecuencia y que no me quiero quedar solo para mí.
Ocurre algo mágico cuando una persona se descubre entre dos trazos. No me podía imaginar algo mejor que compartir con los demás la experiencia de verle la carita a alguien que recibe como regalo un retrato -suyo o de un ser querido-.
Cómo se materializa esto
Los materiales que forman esta pequeña obra de arte son sencillos: lapicero, un buen papel y tinta china. Así, la protagonista es la historia.
Lápiz ✏️
Las tiras de fotomatón se empiezan con un encaje en dos tiempos con un HB de Staedtler.
Papel 🪵
Los soportes abren un espacio de imaginación desde que se tienen entre las manos. El Canson XL Mixed Media tiene cuerpo, 300 g/m2, y una trama horizontal firme pero sutil. El gusto que da al tacto se lo ofrece también a la mirada.
Tinta china ⚫
Aquí te contaré algo que mis clientes comentan con frecuencia al mirar las tiras de fotomatón: lo interesante que puede resultar el blanco y negro. Eso es un piropazo en esta época de hiperestimulación visual, reels e iridiscencia 😊
¡Hay más!
¿Qué más compras al encargar una tira de fotomatón?
✅ Con toda la información
Conoces el precio final ( impuestos y envío certificado incluido en Pensínusla y Baleares) desde el principio. Te ahorras el momento raro ese de acercarte a algo que ha llamado tu atención en un puestecito y buscarle el precio bajo la mirada atenta de su creador. O el peaje de que te lo empiecen a vender y no poder valorar sin interferencias si te interesa solo por haber preguntado el precio.
En mi opinión, hay que ponerlo fácil con los dineros. También en el arte, si queremos que este emplee a los artistas. Los precios son fruto de una serie de cálculos y en la tira de fotomatón se han tenido en cuenta todos los factores. Puedes valorar si quieres invertir en una obra de arte hecha a medida sin necesidad de preguntar más por mensaje privado o por correo electrónico.

🌄 Trascendencia para todos
El tiempo se para ante una obra de arte. No hace falta ser experto en el tema: si conecta contigo, lo sientes.
Al tener tu tira de fotomatón vives en primera persona esa sensación de trascendencia a través de una pieza que cuenta algo tuyo.
🌍 Tu granito de arena
Con esa compra no solo te haces con una obra de arte delicada (y fácil de transportar, que de esto solo nos acordamos en las mudanzas) sino que contribuyes a una forma de consumo más consciente.
Encargando tu tira de fotomatón apoyas a una trabajadora autónoma y pones tu dinero en un objeto que no caduca, no se pasa de moda, no se repite y que gana valor con los años.
Es el momento de decrecer el consumo, ¿y si empezamos por hacer regalos más significativos?
❤️ Compatir
Ocurre algo más al encargar tu tira de fotomatón. Haces posible que mi talento, lo que ocurre cuando mis manos expresan mi mirada, no se limite a mis historias y vivencias particulares, sino que crezca con las tuyas.
Poner mi oficio, mi creatividad y mi cariño al servicio de más historias de amor, de más detallitos para alguien que ha pasado un periodo intenso, de más fiestas sorpresa y más celebraciones vitales hace que este regalo sea también para el arte, que se expandirá con tu colaboración.