Marta Amorós en el parque dibujando en una libreta.

ARTISTA Y
PROFESORA

Tras una década testando maneras de compaginar las dos facetas, nace este proyecto propio desde el que ofrecerte lo mejor de ambas experiencias.

¿Y SI USÁRAMOS EL DIBUJO A DIARIO?

La ilustradora Marta Amorós mira a la cámara en su estudio.

BELLAS ARTES

Dar calidad a “eso” que ya hacía y crear mis propios procesos son los dos motivos por los que estudié la Licenciatura de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Desde que empecé a preparar la prueba de acceso allá por 2004, no he parado de dibujar.

Durante la carrera me adentré en el mundo de la pintura de paisaje, un camino que se reafirmó al recibir el Primer Premio Fundación Amigos de Madrid en 2009 y disfrutar de las becas de Ayllón y Albarracín en 2010.

Quise ampliar mis horizontes terminando mi formación en la Klasse Held de la Universität der Künste de Berlín, ciudad en la que viví tres años trepidantes.

En 2014 volví a España con el objetivo de ser profesora y los años siguientes lo compaginé con proyectos personales como dibujar a la bailarina internacional Poliana Lima durante sus ensayos en los Teatros del Canal cuando creaba la pieza ‘Hueco’ (2017) o la serie de pintura ‘Caldo de la Abuela’ (2020).

DOCENCIA

He cursado el Máster de Formación del Profesorado por la Universidad CEU San Pablo y cuento con más de seis años de experiencia como profesora, en los que he compartido el dibujo con más de mil alumnos.

Empecé en el Colegio Estudio de Madrid. Durante los cinco años que trabajé en este prestigioso centro educativo di clase en Primaria, Secundaria y Bachillerato en las asignaturas de Plástica, Dibujo Técnico, Cultura Audiovisual II y Dibujo Artístico I y II.

El otro entorno en el que he desarrollado mi labor profesional es en Pentimento, una escuela de arte en el centro de Madrid en la que he impartido talleres de Dibujo y Pintura para público infantil y adulto.

Actualmente me puedes encontrar en Gazpacho de Cerezas con las extraescolares de dibujo y pintura para peques y un taller de dibujo al mes para adultos.

Para dibujar bien lo único que hay que hacer es cultivar la mirada. Todo lo demás viene solo.